Ruta muy chula, con senderos y vistas espectaculares. Totalmente recomendable, pero hay que hacerse a la idea que hay tramos cortos de echarse la bici a la espalda, ya que no son ciclables. En estas fechas son todo pueblos fantasmas y está casi todo cerrado, por lo que no pudimos dormir en cala Galdana (una pena…) y nos tocó dos noches en Ferreries, aunque también tiene mucho encanto cruzarse con poca gente por la isla. Se hace dura por tanta roca y la orografía de la zona, pero merece la pena la experiencia. Las bicis de alquiler perfectas y la gente de Camí de cavalls 360º muy bien. 👍👍