El camino se hace al andar y este año nos ha traído hasta Menorca. Las vistas del mar con sus maravillosos colores nos han hecho vibrar. La dureza del camino por los desniveles ( y hemos hecho solo una parte del sur;)), el calor y la humedad eran compensados por esos baños larguísimos en las playas azul esmeralda claro. He hecho el camino con mis hijos y ya hemos decidido que volveremos: seguramente al norte, pero ojalá que lo podamos hacer en kayak también. Quizás todo esto es posible por la inmensa amabilidad de los menorquines en general y de los organizadores en particular. Muchas gracias a tod@s